En el mundo de los alimentos y bebidas, la frase «sabor natural» se ha convertido en una herramienta de marketing muy poderosa. Los consumidores, preocupados por su salud y bienestar, tienden a confiar en productos que llevan esta etiqueta, suponiendo que son más saludables y libres de químicos. Sin embargo, ¿ cómo de natural es realmente el «sabor natural»? En este artículo, desentrañaremos los mitos y realidades detrás de esta denominación y su impacto en la industria de las especias.
¿Qué significa realmente «sabor natural»?
A pesar de su connotación saludable, el término «sabor natural» puede ser confuso. Legalmente, en muchos países, se refiere a cualquier compuesto aromático derivado de fuentes naturales como plantas, animales o microorganismos. Esto incluye procesos químicos que transforman esas sustancias en un sabor específico. Sin embargo, es importante destacar que este proceso de transformación no siempre es tan simple como se podría imaginar. Muchos de los «sabores naturales» pasan por complejas modificaciones químicas y de procesamiento, lo que puede alterar su pureza original.
El proceso detrás del sabor natural.
Elaborar un «sabor natural» puede implicar procesos complejos que incluyen:
- Extracción: Las sustancias se extraen de su fuente natural mediante métodos como destilación , prensado o incluso fermentación. Estos métodos permiten obtener compuestos volátiles que se utilizan para recrear sabores específicos, como el de frutas o hierbas.
- Modificación química: Aunque el origen sea natural, muchos sabores pasan por tratamientos químicos para mejorar su estabilidad aumentar su intensidad o prolongar su vida útil. Esto puede incluir el uso de solventes o el tratamiento con calor, lo que afecta tanto la composición química como el sabor final.
- Mezcla de compuestos: Los sabores naturales suelen ser combinaciones de varios compuestos, no un solo ingrediente. Por ejemplo, el «sabor natural a vainilla» no proviene únicamente de la vainilla, sino de una mezcla de compuestos extraídos de la planta y otros aditivos naturales que imitan el perfil completo de sabor.
- Comparación con los sabores artificiales.
Los sabores artificiales son sintetizados en laboratorio, pero su estructura química puede ser casi idéntica a la de los sabores naturales. Lo que realmente marca la diferencia entre estos dos tipos de sabores es la fuente y el proceso de creación. Mientras que los sabores artificiales se sintetizan completamente en un entorno controlado, los sabores naturales, aunque también modificados, provienen de fuentes biológicas.
El auge de los sabores naturales ha tenido un efecto significativo en la industria de las especias.
Es fundamental entender que no todas las fuentes de sabor provienen de especias, ni todas las especias se utilizan exclusivamente para aportar sabor. Existen sabores que no tienen relación con las especias, y muchas de ellas se utilizan por sus propiedades adicionales, como colorantes o conservantes. Un buen ejemplo de esto es la cúrcuma, que se usa principalmente como colorante natural, mientras que especias como el laurel o el romero se destacan más por sus capacidades conservantes que por su sabor directo.
El uso de sabores naturales en lugar de especias reales puede reducir costes, pero también disminuye la calidad y autenticidad del producto final.
¿Cómo identificar la calidad en las especias?.
Es importante que los consumidores aprendan a diferenciar entre especias auténticas y productos que dependen de sabores naturales. Aquí hay algunos consejos clave:
Beneficios de elegir especias reales sobre sabores naturales.
Aunque los sabores naturales puedan ser convenientes en ciertos casos , las especias reales ofrecen ventajas insustituibles:
Nutrientes adicionales: Las especias naturales contienen antioxidantes, vitaminas y minerales que no se encuentran en los sabores procesados. Por ejemplo, el comino es una excelente fuente de hierro, mientras que el orégano es rico en vitamina K, ambos nutrientes esenciales para la salud.
La apuesta de Sancan por la autenticidad.
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